Lentes progresivas
A partir de aproximadamente los 40 años, aparece la vista cansada o presbicia, es decir, una dificultad en enfocar en visión próxima.
Las lentes progresivas nos permiten enfocar con rapidez y claridad a todas las distancias: desde el móvil, un libro, la pantalla del ordenador, la televisión o un paisaje, sin saltos de imagen, de una manera suave y continua. A diferencia de los bifocales no tienen ninguna línea de separación entre la visión cercana y lejana.
Existen muchos fabricantes y modelos diferentes. Como las lentes son transparentes, las vemos todas iguales, pero en realidad no son lo mismo. La calidad de un progresivo tiene mucho que ver con: campos de visión amplios, eliminación o disminución del efecto balanceo en mirada lateral y rapidez de enfoque.
Las rápidas mejoras conseguidas en estos últimos años, se han logrado gracias al desarrollo de la tecnología free-form: cada punto de la lente está cortado según los cálculos matemáticos que dan mejor visión sin distorsión. No existen las limitaciones anteriores que sólo se podía cortar la superficie con herramientas de corte esféricas.
De la geometría convencional, se ha pasado a lentes con diseño free-form a una cara y posteriormente, a dos caras. También, las lentes se pueden optimizar según los parámetros fisiológicos (inclinación de la montura vertical y horizontal, distancia entre el ojo y la lente, centro de rotación, distancias nasopupilares, distancia de trabajo) y parámetros de comportamiento (relación entre giro ojo / giro cabeza, estilo de vida).